Si queréis que vuestra boda sea única y especial O Pazo do Castro es el lugar que estáis buscando porque convertirá en realidad todos vuestros sueños.
Cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector y con una persona —el maître Franciso Ortiz— que se encargará de asesorar a los novios desde que inician los preparativos hasta el mismo día de la boda, con el único objetivo de que todo salga a la perfección.
Está enclavado en un lugar privilegiado en pleno Valle del Sil, y se erige sobre un palacio del siglo XVII, con unas vistas increíbles que sorprenderán a los invitados. De hecho, sus jardines están preparados y habilitados para celebrar ceremonias civiles, cócteles e incluso banquetes, para todos aquellos que quieran que el menú también se sirva en el exterior. «En el mes de agosto quedan muy bonitas las bodas que se hacen en los jardines, sobre todo las que se hacen de tarde, a partir de las 19:00 horas, que es la hora idónea», detalló la directora y gerente del complejo hostelero, Montse Rodríguez.
En O Pazo do Castro sólo realizan una boda por día, con el fin de que sea única y especial, en el horario que los novios decidan —mañana o tarde—. «En agosto es mejor por la tarde-noche para evitar el calor, pero nos adaptamos a lo que los novios quieran», subrayó.
El verano suele ser una época idónea para las bodas que se planean con un año de antelación. «Valdeorras es una comarca de emigrantes y a los hijos de esas personas que se fueron les gusta casarse en su tierra», por lo que cuando vienen de vacaciones suelen dejar ya cerrada la fecha de boda y dejan ya reservado el salón en el que quieren realizar el banquete.
En O Pazo de O Castro se ofrecen menús personalizados y se estudia cada detalle del banquete con los protagonistas de la celebración. «Los novios tienen una idea y quieren que su boda sea así, que se distinga de otras en las que han estado», matizó.
Rodríguez también puntualizó que los novios cada vez buscan un evento «más personalizado» al mismo tiempo que detalló que los menús han evolucionado mucho en los últimos años. Ahora lo que está de moda es hacer aperitivos más largos, con una gran selección de tapas, frías y calientes, y en los que también se demandan, el pulpo a feira y el jamón cortado por un profesional.
Un buffet de queso, una selección de empanadas de la zona, una estación de cervezas con distintas variedades, una mesa de cava, son, tal y como detalló Rodríguez, algunas de las propuestas que completan el cóctel. Suelen durar entre una hora y dos horas y están ambientados con música.
Y después ya se pasa al salón en el que los novios suelen optar por menús más cortos —un entrante, una carne y uno o varios tipos de postre—. Tras la cena se puede colocar una fuente de chocolate con frutas, una mesa dulce—con pastelitos o donuts— o una barra de gominolas, entre otras muchas opciones.
Pero, si queréis descubrir toda la oferta lo mejor es que os acerquéis por O Pazo do Castro porque allí os asesorarán en todo lo que necesitéis y harán de vuestra boda un día inolvidable.
