La tradicional subida del Belén a Peña Trevinca ha batido todos los récords este año. Un total de 72 deportistas participaron en la caminata organizada por el Club Peña Trevinca hasta la cumbre más alta de Galicia, que alcanza los 2.127 metros de altitud.
Esta edición ha sido especialmente significativa, ya que, por primera vez, el número de socios fue muy inferior al de los participantes, y más de la mitad de los asistentes no habían subido nunca a esta emblemática cima.
El evento, enmarcado dentro de la liga ibérica de Senderismo, reunió a caminantes procedentes de numerosos puntos de Galicia y España. Localidades como Noia, Porto do Son, Padrón, Vigo, A Coruña, Zaragoza, Ponferrada, Ponteareas, A Gudiña, Chantada, A Rúa y Pobra do Caramiñal estuvieron representadas en esta jornada simbólica. Año tras año, el club organiza esta actividad que se ha convertido en una cita imprescindible del calendario navideño.
Un día espectacular entre nieve y sol
La caminata comenzó en el aparcamiento del Río Cigüeño, desde donde un autobús trasladó a los participantes hasta la cantera de La Cabrita. Ataviados con complementos navideños, los deportistas emprendieron el camino hacia la cima, guiados por el sol, que suavizó el esfuerzo a pesar de los tramos cubiertos de nieve
Una vez en la cumbre, la jornada se coronó con momentos de descanso y convivencia. «Tomar un café, unas pastas, fruta o hacerse una foto» sirvió para inmortalizar la gesta y celebrar la llegada a lo más alto.
La tradición de colocar el Belén en Peña Trevinca se remonta a los años 90. Según recuerda el actual presidente del club, Miguel de la Cal, esta subida se realiza de manera ininterrumpida desde hace más de 20 años. Sin embargo, ya antes Santiago Melo, Fernando Rodríguez Yebra, Martín o Lolo —algunos de ellos presentes solo en la memoria— realizaban esta misma actividad. Para los miembros del club, el evento no solo es una tradición, sino también un homenaje a aquellos que la iniciaron.
Un final perfecto: buena comida y camaradería
Tras la larga caminata y la colocación del Belén en la cima, los participantes se reunieron para recuperar fuerzas con un merecido cocido en la Cantina de Nati, en Casaio. La jornada combinó deporte, tradición y convivencia, demostrando una vez más que Peña Trevinca es mucho más que un pico: es un símbolo de unión para los amantes de la montaña.
La edición de este año quedará grabada como un éxito rotundo, no solo por la cifra récord de asistentes, sino también por el espíritu navideño que reinó durante toda la jornada. Un año más, el Club Peña Trevinca cumple con su tradición, llevando el Belén a lo más alto y demostrando que, en las montañas de Galicia, la pasión y el compañerismo no tienen límites.
