jueves. 29.05.2025

Miguel Garrido de Vega, finalista del premio Nadal con su primera novela Subdural

Hablamos con este barquense de 35 años que ha logrado colarse entre los cinco finalistas del prestigioso Premio Nadal con una novela coral que aborda temas como el maltrato infantil, los traumas y el arte
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Miguel Garrido de Vega, finalista del premio Nadal con su primera novela Subdural. FOTO: María Garrido de Vega

El 3 de enero, Miguel Garrido de Vega recibió un mensaje que lo dejó sin palabras: «Enhorabuena, finalista del Nadal». Poco después llegó la confirmación oficial, y la alegría, aunque contenida, se hizo realidad. Subdural, su segundo trabajo literario y primera novela larga, había alcanzado la final del premio literario más antiguo de España, los premios Nadal.

«Llegar hasta aquí ya es una victoria», asegura Miguel, desde la calma que lo define. Abogado de profesión y escritor por vocación, su camino está marcado por la paciencia y una pasión profunda, cultivada en silencio.

Escrita durante tres años, Subdural es, según Miguel, su obra más honesta y personal. Una novela coral que aborda temas como el maltrato infantil, los traumas y el arte. El título, que alude a un hematoma subdural, simboliza esas heridas invisibles que afectan profundamente a quienes las sufren. 

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Foto: María Garrido de Vega

Su proceso creativo, alejado de las prisas y los focos, revela el respeto con el que aborda la literatura. Miguel no publica cualquier cosa ni busca los atajos de una autopublicación rápida. Prefiere trabajar en silencio, dar tiempo a sus historias y esperar a que otros reconozcan que su obra está lista para llegar al público. «Para mí, escribir es un proceso lento, casi artesanal», explica. Cada palabra está cuidadosamente colocada, como en el trabajo de un artesano que moldea la pieza hasta que alcanza su forma definitiva.

Raíces gallegas y apoyos fundamentales

Antes de llegar a la final del premio Nadal con Subdural, Miguel Garrido de Vega ya había demostrado su talento con Meigallo. Publicada en 2017, esta obra corta lo llevó a ser finalista de los premios Ignotus, organizados por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, que reconocen a las mejores obras del género publicadas en España.

Ambientada a principios del siglo XX en un remoto pueblo de Lugo, Meigallo combina el folclore gallego con elementos de terror rural. La historia sigue a un peregrino que recorre el Camino de Santiago como parte de una promesa, solo para encontrarse con una realidad oscura y perturbadora que desentierra los secretos más siniestros de la aldea.

«Tanto O Barco de Valdeorras como la zona de Lugo, donde nació mi abuelo, fueron una gran fuente de inspiración», comenta Miguel. A través de esta novela, no solo exploró sus raíces gallegas, sino que también introdujo personajes y situaciones inspiradas en historias familiares y anécdotas reales.

Aunque Meigallo no ganó el premio, marcó el inicio de un estilo narrativo que conecta lo local con lo universal y que Miguel ha seguido desarrollando en Subdural.

En este camino, Miguel reconoce el apoyo incondicional de tres mujeres esenciales en su vida. La primera es su madre, María Teresa de Vega Giménez, conocida como Patere, una pintora, ilustradora, modeladora, escritora e historiadora del arte, cuya influencia se percibe en cada obra que Miguel escribe. «Mi madre fue quien me enseñó a amar las palabras», admite.

También menciona a su esposa, Andrea, «la persona que siempre ha creído en mí, incluso cuando yo no lo hacía». Finalmente, su tía Luisa, quien le dio la idea inicial de Subdural y ha sido un pilar constante de apoyo.

Galicia, un hogar en sus páginas

Aunque vive en Madrid, Miguel lleva a Galicia en cada palabra que escribe. Su tierra natal impregna los escenarios y personajes de sus historias, desde Meigallo hasta Subdural. «Galicia es mi raíz, mi refugio. Está presente en todo lo que hago», asegura. También lo estará en la nueva novela que ya está preparando, un trabajo autobiográfico, anuncia. 

El premio Nadal, fundado en 1944, no solo otorga un reconocimiento económico de 30.000 euros, sino que también garantiza la publicación del ganador con Ediciones Destino. Para Miguel, la posibilidad de ver su libro publicado y en las estanterías de las librerías, es lo que realmente importa.

Este año se celebra la 81º edición de los premios, a la que se presentaron 769 obras. Grandes autores como Carmen Laforet, Ana María Matute Miguel Delibes, Francisco Umbral y Elena Quiroga, han sido galardonados en ediciones anteriores, y ahora Miguel se encuentra en la misma sala de espera que ellos. 

El escritor barquense vive este momento como una celebración personal, pero también como una oportunidad para inspirar a otros. «Si tienes algo que contar, hazlo. Las dudas y las dificultades siempre estarán ahí, pero lo importante es seguir adelante», anima, tras asegurar que él también tuvo momentos en los que se cuestionó si merecía la pena seguir escribiendo.

El día 6: el comienzo de un nuevo capítulo

El 6 de enero, en el hotel Palace de Barcelona, Miguel vivirá una noche que podría marcar un antes y un después en su vida. Rodeado de los otros cuatro finalistas y figuras del mundo literario, esperará escuchar su nombre.

Miguel Garrido de Vega asegura que «Independientemente del resultado, ser finalista ya es un regalo». Pero, en el fondo, Miguel sabe que ese momento podría ser el comienzo de un nuevo capítulo. Un capítulo donde la literatura, más que una pasión, se convierta en su forma de vida.

Miguel Garrido de Vega, finalista del premio Nadal con su primera novela Subdural