
Las comarcas de Valdeorras y Terras de Trives continúan sufriendo una fuerte pérdida de población. En los últimos diez años, once concellos de ambas comarcas han sufrido una pérdida de población del 18,23%, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, INE. Es decir, en 2006 había 32.614 personas y en 2016 este número fue de 26.669.
En esta última década, los concellos de O Barco, A Rúa, Petín, Vilamartín, Larouco, Trives, Manzaneda, O Bolo, A Veiga, Carballeda y Rubiá no han conseguido crecer en su número de vecinos empadronados sino todo lo contrario. La mayor pérdida se ha producido en el municipio de Vilamartín de Valdeorras donde en 2006 había 2.321 vecinos y el año pasado el padrón reflejaba 1798 vecinos, es decir 523 personas menos. Le sigue A Pobra de Trives con una perdida de 473 personas y A Rúa con 448 menos en los últimos diez años.
Los municipios con menor perdida son O Barco, con solo 39 personas menos y Larouco que tiene ahora 487 vecinos y en 2006 tenía 571. Dato curioso es que existe un mayor número de hombres que de mujeres, llegando los primeros a ser 14.626.
De entre las 26.669 personas que habitan en Valdeorras, 1.771 son extranjeros. Una buena noticia es la edad de los pobladores. En la capital valdeorresa, O Barco, 9.165 personas están en edad activa mientras que mayores de 65 años son 2.775 personas. No son tan buenas las noticias en municipios como O Bolo, donde el número de jubilados es similar al de personas en edad activa, 480 los primeros y 435 los segundos. Similar es el caso de Larouco con 242 vecinos mayores de 65 años y 221 los menores de esas edades. De hecho, Larouco es el único municipio donde el número de jubilados es mayor que el de menores de 65 años.
Algunos concellos han decidido recurrir a las ayudas a la natalidad para tratar de incentivar que la gente se quede. Desde el año pasado en Vilamartín de Valdeorras se instauró una ayuda de 600 euros para los recién nacidos empadronados. En Manzaneda hace algo más de tres años son 900 euros, a repartir en tres años. En A Veiga se activaron ayudas al alquiler de viviendas para fijar población, aunque parece que estas medidas no están surtiendo los resultados esperados.